Friday, February 17, 2012

Un "Monstruo" Llamado...

Me decido a escribir acerca de la infidelidad porque me considero, intolerante a ella. Solo de pensarla, me falta el aire. Curiosamente, nunca he descubierto que ninguna de mis parejas me haya engañado con "otra", cosa que estoy consciente no significa para nada que nunca lo hayan hecho. Creo que una de las razones de mi intolerancia es el tipo de relación que tuvieron mis padres, y la entrega total y absoluta que ellos me profesaron durante 26 años.
En una reciente conversación "profunda" descubrí que no "todo el mundo" define la fidelidad a "mi manera". Lo cual es para mi, la entrega total a la otra persona, donde la incondicionalidad a la unión es el ingrediente principal, donde se admira a la pareja por encima de todas las cosas y existe un alto alimento espiritual y recíproco. Para otros, que van de "lo ridículo a lo sublime" (en mi opinión) la infidelidad es meramente el acto físico de tener relaciones sexuales con una tercera persona, o para algunos el sólo hecho de pensar o fantasear con otras. Hay otros derivados de estas dos variantes, como quienes creen que aman a sus esposas, y que es sólo sexo lo que buscan fuera del matrimonio y algunos mas que piensan que buscar relaciones extramaritales es precisamente lo que les permite valorar "lo que tienen en la casa".
Yo considero que tanto el pensamiento como la acción, son el precedente de y la reacción a, (en ese mismo orden), de una relación que está en decadencia. De la forma que cada cual define cuando empieza la infidelidad, si es en el pensamiento o en la acción, ya es algo muy personal. Lo que si creo es que las personas que son infieles ya sea de pensamiento, acción o ambas, están en esa situación porque sus relaciones actuales carecen de "algo" que pretenden compensar fuera ella, con terceras personas.
En mi caso, que creo es el único que puedo realmente compartir, siempre ha sido un "big red flag" cuando me empiezo a dar cuenta de la existencia de hombres a mi alrededor, que antes ni me había percatado habitaban mis predios. Pienso, que cuando estoy enamorada y en una relación de pareja que me satisface en todos aspectos, soy "como los caballos", solo miro pa'alante y ni me doy cuenta de los "Ashton Kutcher" que hacen preguntas pícaras en los pasillos. No se si es porque valoro la relación en la que estoy o porque ni siquiera tengo ojos para ver a otra persona que no sea la "mía", o ambas.
Por otra parte, creo también que nunca he descubierto la infidelidad en ninguna de mis parejas porque "no les he dado tiempo", en los momentos en que han habido "señales" de que algo anda mal, la información correcta ha llegado a mis oídos, como por arte de magia y en ese momento, he analizado la situación pausadamente, he tenido una conversación, sensata, calmada y coherente con esa persona, con todos los puntos sobre la mesa y con mi decisión (casi siempre) de retirarme. Creo que haberme ido antes del derrumbe "definitivo" del "imperio romano" me ha dado la posibilidad de no tener que lidiar con una traición inminente. Y pienso, que si algún día me sucediera, no creo tenga la capacidad de perdonar, y no es que no crea que las personas cuando cometen errores no se arrepienten de ello, sino porque creo que nunca más pudiera dormir tranquila. Creo que las relaciones deben estar basadas en la confianza y el respeto mutuo, una vez estas se rompen, no hay "krazy glue" que las remiende. Pero como hasta ahora no me ha pasado y como dice el dicho, "una cosa es con guitarra y otra con violín", digo que ojalá nunca tenga que enfrentarme a eso (que yo me tomé la libertad de denominar "monstruo"), pero si ocurre, solo pido tener la sensatez y la fortaleza necesaria para tomar la mejor decisión, cualquiera que esta sea. Y termino  con mi frase célebre a la infidelidad, "Lo que pasa una vez, puede no pasar dos veces, pero lo que pasa dos, seguramente pasará tres."

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