Thursday, December 29, 2011

Mis Seis Letras...

Y que es eso de "mis seis letras"?!!! Empecemos por el principio, mi padre era un hombre alto, bien parecido, con los ojos claros y un carácter admirable, es una de las personas más positivas que he conocido. En apariencia serio, verdaderamente, un "jodedor", con un sentido del humor que lograba aún en las peores adversidades salir a flote. Él y mi mamá se conocieron en el pre-universitario, ambos estaban becados. Según ellos me contaron, comenzaron su noviazgo a los 17 años y se extendió durando todos los años de la beca y hasta la Universidad. Entonces, mis padres tuvieron que separarse físicamente, papi viajó a la Unión Soviética (actual República Rusa) a estudiar dos años y mami permaneció en La Habana. Su amor era tan fuerte que mi papá, le escribió una carta por cada uno de los días que estuvieron separados, o sea más de 600 cartas. Cuando regresó, ahorraron, y se casaron al año siguiente. Tres años más tarde nací yo. Desde muy pequeña identifiqué que mis padres tenían una relación sólida, en la que reinaban, el amor, el respeto, la sinceridad, la fidelidad y la entrega, entre muchas otras cosas. Papi vivió para complacer a mi mamá, no olvidaba un aniversario y le regalaba flores regularmente. Mami también fue incondicional a él y durante todo el curso de su enfermedad, estuvo a su lado hasta el último momento. Aunque los adoro a los dos, con papi tuve una relación de complicidad y de confidencia que nunca logré con mami, puede ser por su carácter o tal vez, por su forma de ver la vida. Mi padre no solo me guiaba por el camino correcto, sino que también me regalaba flores, a menudo almorzaba conmigo y hasta me visitaba en el trabajo por lo menos una vez a la semana. En todo momento, fomentó en mí cualidades tales como la lealtad, la seguridad en mi misma y la entrega total a todo lo que me propongo. Considero que él fue un modelo de persona, esposo y sobre todo padre. Con su perdida física e irreparable debido al cáncer, no sólo perdí a mi padre, también a mi confidente y un bastón irremplazable, y aunque aún lloro por las esquinas porque lo extraño y lo sigo queriendo con locura, me siento extremadamente afortunada de ser la hija de un caballero en toda la extensión de la palabra, de un hombre que fue extremadamente generoso y que en su corta vida me enseñó muchos de los valores que hoy me definen como la mujer que soy... Otro día hablaré más de mi padre, por hoy creo que ha sido suficiente... Rufino, como se llamaba, es y será siempre mi orgullo... Es él, "mis seis letras"....

1 comment:

  1. Resulta en extremo interesante este tema B, me explico, está claro que los “valores” no se transmiten genéticamente, son como pequeñas “piezas” que por añadidura se van sumando a nuestra base genética, son los elementos que nos definirán y que definirán por directo, nuestra proyección social. Sin embargo, por tanto parecido con tu Papi (para ser justo debo reconocer que eres una legítima heredera de sus valores) y por el número 6 que comparten en sus nombres, me atrevo a decir que la relación con él es enigmática, y que heredaste en cada letra de tu nombre los cromosomas que conformaron su mapa genético. Y por si fuera poco, aprendiste con cada acto suyo de bondad, respeto y amor, que la entrega sincera y la capacidad de amar son dos de los valores imprescindibles para ser grande en el reino de este mundo……

    ReplyDelete